jueves, 13 de enero de 2011

Los Goya


Acaban de darse a conocer las nominaciones a los premios Goya. De la lamentable performance ejecutada por Jorge Sanz y Marta Etura (con Alex de la Iglesia como artista invitado) en la lectura de las candidaturas, mejor no hablar demasiado. Una vez más, el cine español ha dado a su público una imagen de colegueo y endogamia bastante cutre. Con la posible excepción de los controladores aéreos, no se me ocurre un gremio con tanta tendencia al autoboicot y tanta habilidad para ganarse la antipatía de la sociedad.

Pero, en fin, lo cierto es que las candidaturas en sí tampoco merecen mucho comentario. La lluvia que ha caído sobre “Balada triste de trompeta” roza lo grotesco; bueno, en el caso de la nominación de Carolina Bang como mejor actriz revelación, no es que lo roce. La única nominación justa que en mi opinión ha tenido la película de de la Iglesia ha sido, curiosamente, la más criticada: una grandiosa Terele Pávez, que consigue en su brevísima intervención comerse con patatas todo lo que la ha precedido y la sucederá.

Pa Negre”, la segunda agraciada, es por el contrario una buena película, pero nada que vaya a pasar a la historia. Muy bien interpretada y aceptablemente dirigida (pero sin ninguna brillantez), presenta por desgracia serios desajustes de guión. No he visto “También la lluvia”, de Icíar Bollaín. La protagonista de "El Sur" ha dirigido hasta el momento unas películas bastante correctas, tónica a la que este último esfuerzo imagino que no escapará.

Mi principal sorpresa proviene del hecho de que la extraordinaria, sorprendente interpretación de Juan Diego Botto en “Todo lo que tú quieras” haya sido pasada por alto, como toda la (muy correcta) película, en realidad. El trabajo de Botto es uno de las mejores ejecuciones realizadas por un actor que he visto en todo el año. Bardem sale airoso de la quema de “Biutiful”, pero lo que hace Botto lo encuentro más conmovedor, además de infinitamente más complejo. Pero, sobre todo, ¿era necesario que en la terna final estuviera el pasadísimo Antonio de la Torre por la película de de la Iglesia? Aquí el asunto toma el cariz de un auténtico agravio.

No estoy seguro de si “La isla interior” de Sabroso y Ayaso fue presentada a los premios de 2010 o a los de 2009. Lo que sí es seguro es que en una y otra edición ha sido absurdamente relegada, cuando se trataba de una de las mejores películas españolas vistas en mucho tiempo (bueno, no tanto: desde “Los abrazos rotos” de Almodóvar). Una auténtica lástima.

Pero, bueno, así son los Goya.

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