domingo, 8 de agosto de 2010

Por fin, la lista que nos faltaba


Cómo se nota que estamos en veranito. Ante la falta de contenidos de mayor interés, la prensa se llena de puro relleno y material de derribo. Las listas hacen –literalmente- su agosto.

El País Semanal ha publicado una nueva e imprescindible lista. Las 100 películas de la vida de otros tantos cineastas latinoamericanos (vamos, españoles, en su mayor parte; los que no lo son estrictamente, trabajan a menudo en nuestro país).

Las listas de las mejores películas de la historia son las más predecibles de todas. Aquí las modas afectan, como en todo, pero a partir de ciclos bastante largos. Desde que empezaron a realizarse –allá por la mitad del pasado siglo- han conocido pocas variaciones. Al principio, el número uno siempre era, invariablemente, “El acorazado Potemkin” de Eisenstein. Después estuvo muy de moda “Ciudadano Kane”, de Orson Welles. Desde hace unos añitos, el puesto de honor siempre corresponde a “El Padrino” de Coppola. No importa el país ni el ámbito en el que se realiza la encuesta: el resultado apenas ofrece diferencias.

Huelga señalar, por tanto, quién es la ganadora en esta ocasión. Por si lo habíamos olvidado, aquí se nos recuerda que la originalidad no abunda entre los cinestas españoles. Pero sí se dan unas pocas curiosidades reseñables:

• Como los encuestados son hispanohablantes, la lista presenta un descarado sesgo a favor del cine español (y, en menor medida, el latinoamericano), lo que la hace poco representativa de la situación real de la cinematografía patria en la mente de críticos y aficionados del mundo.

• Como era de esperar, Berlanga es el director español mejor parado. Tres de sus películas aparecen en los primeros puestos del ranking. Yo también adoro “Plácido” y “El verdugo”, pero, ¿de verdad la obra del director valenciano justifica tan abrumadora presencia?

• También Buñuel –que coloca hasta cuatro obras- figura en un puesto de honor. Comenzando por “Viridiana” que es, por cierto, quizá mi película favorita de todos los tiempos. Las obras maestras “Los olvidados” o “El ángel exterminador” tampoco faltan: menos mal. No aparecen otras como “El”, "Ese oscuro objeto del deseo" o “Nazarín”, sin embargo.

• Almodóvar está, para mi sorpresa, asimismo muy bien representado, también con cuatro cintas. Como en el caso de Berlanga, esto se me antoja un pelín excesivo, incluso como el adorador del cine almodovariano que, como sabéis los lectores habituales de este blog, no tengo reparo en reconocerme. En todo caso, sí creo que películas como “¡Qué he hecho yo para merecer esto?” o “La ley del deseo” figuren en la lista es pura y simple justicia.

• ¿Hablaba de sesgo a favor de España? Una de las encuestadas, la actriz y cantante Ana Belén, considera que el cine español representa un pilar de la cultura mundial de semejante calibre que sólo vota películas españolas. A su entender, pues, las diez películas más grandes de la historia del cine son de directores de nuestro país. Las películas que eligen están –casi todas- muy bien, pero mi modesta opinión es que se pasa un poco. ¿Nacionalismo versión agapimú? Por cierto, en su lista particular Buñuel no aparece por ningún lado: debe considerarlo mexicano, o francés, o en cualquier caso no lo bastante español como para merecer un lugar en el Olimpo.

• Mejor aún que esto: Santiago Seguro sólo incluye en su lista… ¡películas protagonizadas por él mismo! Incluidas “Isi disi” y sus tres entregas de Torrente. Sin complejos.

• Pero, para ejemplo de nacionalismo, un dato global: los votantes sitúan “Los santos inocentes”, de Mario Camus, en el puesto 13 de la lista. Por encima de, no sé, las mejores obras de Bergman, Bresson, Hitchcock, Murnau, Dreyer o Visconti. No tengo palabras.

• “El día de la bestia” de Alex de la Iglesia también es, al parecer, una de las obras maestras absolutas de la historia del cine. Figura en el puesto 65. ¡Basta, por favor!

• En el 97, “La niña de tus ojos” de Fernando Trueba. ¡¡¡¡¡¡Socorro!!!!!!

• Hace falta esperar al puesto 41 para llegar al primer Bergman, que es “Fanny y Alexander”. Por fortuna, después nos encontramos varias veces de nuevo al genio sueco. En el 67 aparece “Fresas salvajes”. En el 79, “Persona”. Y en el 95 “El séptimo sello”. Eso sí, ningún Tarkovski ni Fassbinder a la vista.

• Una de las listas más espeluznantes es la confeccionada por el temible Benito Zambrano, que no empieza mal (Coppola y Buñuel), para después mencionar engendros como “La misión” de Roland Joffé, “Mar adentro” de Amenábar o “The Commitments” de Alan Parker. Viendo sus influencias, se entiende la calidad de su cine.

• Las listas del músico Roque Baños (¿¿¿¿“El señor de los anillos”????) o el propio Amenábar también dan, en general, bastante miedo.

• Fernando León de Aranoa piensa que “Quemado por el sol”, el caramelito chejoviano que dirigió Nikita Mikhalkov allá por los 90, merecería un tercer lugar. En fin: de nuevo, este dato permite entender muchas cosas.

• Por el contrario, se ratifica que el gusto cinematográfico de José Luis Garci está muy por encima de sus aptitudes como director. Me limito también a señalar otro sesgo en su lista, y es que todas sus películas son americanas, o rodadas en inglés.

• ¿Con quién coincido en mayor medida? Pues me reconozco bastante en los gustos manifestados por el gran director de fotografía José Luis Alcaine, los directores Pedro Almodóvar, Bigas Luna, Daniel Calparsoro, Ray Loriga, Achero Mañas, Jaime Chávarri, Fernando Colomo, Joaquín Oristrell, Albert Serra, Fernando Trueba, Imanol Uribe, Gerardo Vera y José Luis Borau. También –aunque con más peros- con Andrés Vicente Gómez (el único que menciona “Gritos y susurros” de Bergman), Cesc Gay, Carmen Elías, Jorge Guerricaechevarría o Ventura Pons. Curiosamente, también me gustan las elecciones de Julio Medem (que rescata a Tarkovski).

• La lista más original quizá sea la de Manuel Gutiérrez Aragón: la encabeza “El ladrón de Bagdad”, y en ella aparecen, entre otras, “Lancelot du Lac” de Bresson (maravillosa, pero no muy apreciada en general) y “Surcos”, de Nieves Conde (neorrealismo a la española). Nacho Vigalondo también resulta, por lo menos, sorprendente en muchas de sus elecciones.

La siguiente semana hemos disfrutado de una lista aún más imprescindible, que es la compuesta por 100 actores, y que resulta aún más desquiciada que ésta. Pero, si me quedan ganas, ya daré cuenta de este otro asunto en una próxima entrada.

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