martes, 11 de mayo de 2010

"Soy un quejica" o "Viva la gente"


Como dijo memorablemente una persona conocida –conocida por mí, quiero decir- en una reciente reunión de amigos: ¡estoy harto de tanta superficialidad!

Así que por una vez me dejaré de películas danesas, jóvenes artistas vascos y viajes por el primer mundo, y haré un hueco para las cosas importantes de la vida.

Si mi admirado Javier Marías lo ha hecho, yo puedo intentarlo. En su página semanal para el suplemento de El País, el autor de “Corazón tan blanco” –que si como novelista me aburre sobremanera, como columnista no podría resultarme más divertido- tenía el tupé de quejarse de la gente que eterniza las colas de los supermercados y las taquillas, de la gente que camina por la calle despacio y en zig-zag impidiendo el paso a quienes tienen prisa, y de la gente que habla por el móvil en los transportes públicos. La verdad es que yo albergo las mismas aversiones que el señor Marías, para qué negarlo. Pero me permito añadir otras a la colección. Así que me quejo de:

-La gente que comete faltas de ortografía. Uno de los efectos de las redes sociales consiste en el modo en que nos han enfrentado crudamente con el dramático nivel de analfabetismo en el que estamos inmersos. Propongo ejercicios del estilo de 1) ¿Cuántas de entre vuestras amistades son incapaces de utilizar correctamente las expresiones “a ver” y “haber”? 2) ¿Cuántas desconocen la diferencia entre “sino” y “si no”? 3) ¿Cuántas escriben “hostia” sin hache, “caber” con uve, “antiguo” con diéresis (¡!), “para ti” con tilde en la i? Escalofríos asegurados.

-La gente que masca chicle con la boca abierta, y/o haciendo y reventando globitos. Repugnante. Sin matices.

-La gente que en pleno siglo XXI sigue enviando e-mails masivos con chistes –casi siempre malos; a menudo sexistas y de pésimo gusto-, en particular si no utilizan la copia oculta. No puedo con eso.

-La gente que dice de sí misma que es “políticamente incorrecta” y que las convenciones le importan un pimiento. Alerta: estamos ante un reaccionario de primera división.

-La gente que sin conocerlo a uno demasiado se empeña en hacerlo partícipe de su vida sentimental (“no sé si él me quiere tanto como merezco”, “a veces creo que le quiero, pero otras de verdad que quisiera perderlo de vista”), o bien disfruta monologando sobre su infancia, su familia o sus problemillas de salud. ¿Pero qué mentalidad delirante puede concebir que esto le interese a alguien?

-En general, la gente cuyo principal tema de conversación es ella misma. Para éstos, un consejo: si es que sois capaces de juntar dos palabras seguidas (a ser posible sin faltas de ortografía), ¡escribid en un blog!

2 comentarios:

Joanisfulloflove dijo...

di que sí. yo tengo blog para eso, para no aburrir demasiado a los demás y porque creo que nadie me entiende.. sí, ya, suena a tópico..
aunque creo que a veces me paso contando cosas demasiado personales.. y no sé hasta qué punto eso es bueno! jaja me encanta porque creo que con este comentario me estoy saltando uno de tus puntos (a ti qué coño te importa?)

Pano L dijo...

No te estás saltando nada, Joan. Como dices, para eso están estos foros: para no tener que dar el coñazo a los demás con conversaciones o monólogos egotrip. Gracias por tu comentario.