domingo, 7 de junio de 2009
No hay quien entienda a esta Coco
Coco Chanel (Audrey Tautou) y Émilienne d'Alençon (Emmanuelle Devos), encantadas de conocerse
La fiebre del biopic francés continúa con fuerza. Después de Piaf, Sagan y Mesrine, y a la espera de Gainsbourg y Coluche, ven la luz con unos meses de diferencia dos proyectos dedicados a la modista y simpar creadora Coco Chanel. Una de ellas, “Coco Chanel & Igor Stravinsky” (Jan Kounen) clausuró el último festival de Cannes con la indiferencia esperada, mientras que la otra, “Coco avant Chanel” (Anne Fontaine), se ha estrenado aquí casi al mismo tiempo que en Francia.
Que el personaje en cuestión tiene su interés, pocos podrían discutirlo. En sus múltiples facetas de empresaria artífice de un imperio a partir de la nada, revolucionaria de la moda femenina, mujer independiente y sin embargo enamoradiza, mitómana irredenta, harpía tiránica, implacable advenediza, entre otras, el fenómeno ciertamente presenta material de sobra para quien tenga el talento de darle forma. Por desgracia, no es éste el caso. La película de Fontaine no procura otra cosa que inmoderado aburrimiento, no presentando ni siquiera el gusto necesario para resultar agradablemente decorativa. Resulta, además, algo contradictorio que se pretenda alabar la osadía de una mujer que proporcionó un completo vuelco a la imagen de las mujeres de clase alta de su época (y, por imitación, a las del resto de estamentos sociales) liberándolas de los corsés y el peso de los metros de tela, mientras se cuenta su historia con toda la pesadez y el frufrú de un telefilm de lujo. Por otro lado, imprecisiones biográficas aparte, el personaje de Chanel nos es mostrado no como una adelantada a su época, ni siquiera como una visionaria, sino directamente como una extraterrestre procedente del planeta Minimal que hubiera aterrizado en la sociedad francesa de principios del siglo XX y no dejara de sorprenderse y horrorizarse ante el barroquismo ornamental que animaba las indumentarias femeninas de la época. Audrey Tautou interpreta con loable convicción a esta mujer incomprensible que nos presenta la película, liderando un reparto sin sorpresas, salvo la deparada por una vital Emmanuelle Devos como Emilienne d’Alençon, a la que la película presenta como una actriz de teatro, pero que en realidad era más bien artista de variedades y cocotte (vamos, puta de altos vuelos).
Y, hablando de las cocottes de hace cien años, ¿cuándo va a estrenarse en España la versión de Chéri dirigida por Stephen Frears?
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