miércoles, 5 de agosto de 2009

Al Sur de Granada


Gerald Brenan, pintado por Dora Carrington

Hace unos días terminaba de leer un libro llamado “Al Sur de Granada”, del hispanista británico nacido en Malta Gerald Brenan (1894-1987). Miembro más o menos periférico del grupo de Bloomsbury, amigo por tanto de personajes como Virginia Woolf, Lytton Strachey, Ralph Partridge o Dora Carrington (de la que fue además amante), un joven y desilusionado Brenan decidió alejarse de la superficial mundanidad para instalarse en Yegen, un pueblacho perdido de la Alpujarra granadina. Como fruto de esta larga experiencia, se engendraron entre otras cosas varios vástagos habidos con mozas de la región, así como este libro bello y luminoso que acabo de cerrar.

“Al Sur de Granada” está maravillosamente escrito, en un honesto estilo lleno de elegancia que, por supuesto, incorpora ocasionales ráfagas de la mejor ironía británica. La vida y el entorno de las Alpujarras aparecen descritos con una admirable sencillez, sin el menor asomo de pedantería, pero al mismo tiempo el texto es de una enorme erudición. Rabiosamente entretenido, a lo largo de sus páginas se suceden los pasajes dedicados al recuento histórico, la descripción botánica, la crónica costumbrista, la antropología, el paisajismo, los episodios familiares, el análisis sociológico, político… Aquí cabe todo, y todo resulta apasionante. Por encima de todo, destaca el enorme respeto y el amor con el que se retrata España, un amor del que, naturalmente, no está excluida la crítica, a veces bastante dura, siempre justa.

Brenan murió en la población malagueña de Alhaurín el Grande, después de haber estado un tiempo internado en una residencia británica y en una delicada situación financiera. Al parecer, sus amigos españoles y los Gobiernos nacional y autonómico hicieron posible su traslado.

Como curiosidad, “Al Sur de Granada” fue adaptado al cine por Fernando Colomo en 2003. Brenan era interpretado por el actor británico Matthew Goode, que después intervendría en “Match Point”, de Woody Allen, y sería Charles Ryder en la última versión de “Retorno a Brideshead”. Pese a su academicismo y escasa creatividad, la película de Colomo no estaba del todo mal. Daba sobre la vida de Brenan infinitamente más datos que el libro, y además inventaba algunas situaciones y personajes paralelos hasta convertir el texto original en una dramatización algo ramplona, pero resultaba bastante agradable de ver.

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