miércoles, 23 de septiembre de 2009

Malditos bastardos es una película...


Malditos bastardos”, de Quentin Tarantino, es una película cuyo director pretende que nos traguemos un hecho histórico que jamás ha sucedido, y que de haberlo hecho no sólo lo conoceríamos todos, sino que el curso de la historia habría sido completamente distinto.

“Malditos bastardos” es una película protagonizada por un ridículo Brad Pitt que imposta penosamente el acento sureño de los Estados Unidos mientras proyecta la mandíbula hacia delante en un gesto falsísimo.

“Malditos bastardos” es una película llena de descompensaciones e irregularidades, y además demasiado larga incluso después de haber sido evidentemente recortada respecto al guión original.

“Malditos bastardos” es una película que transcurre en los años cuarenta, pero cuya banda sonora juega al anacronismo incluyendo, por ejemplo, tonadas propias del spaghetti western y una canción de David Bowie.

“Malditos bastardos” es una película que por momentos parece realizada con la oscura ambición de servir de catarsis para la comunidad judía, que posee cierto poder en Hollywood, y así cubrir de Oscars a su director.

“Malditos bastardos” es una película en la que los bastardos del título importan más bien poco, y la atención se dirige hacia todo aquello que uno inicialmente tomaba por accesorio.

"Malditos bastardos" es una película hiperpoblada de referencias cinéfilas, algunas de ellas un pelín arbitrarias. Entre muchas otras, aparecen implícita o explícitamente Emil Jannings, Yvette Mimieux, Lilian Harvey, G.W. Pabst, Danielle Darrieux, Bernhard Wicki, Henri Georges Clouzot, Leni Riefenstahl, Marlene Dietrich, Ernst Lubitsch, Charles Chaplin y King Kong.

“Malditos bastardos” es una película que ofrece con orgullo sus diálogos demasiado escritos, su ingenio algo irritante, su ocasional histeria, y toda la batería de tics que conforma el entramado estilístico propio de Tarantino.

"Malditos bastardos" es una película en la que un excelso ramillete de actores europeos despliega su perverso encanto: destacan (por este orden) Christoph Waltz, Diane Krüger, Daniel Brühl, Julie Dreyfus, Michael Fassbender, Mélanie Laurent y Til Schweiger.

“Malditos bastardos” es una película que toma prestado de aquí y de allá, del western y la serie B de guerra italianos, del europudding, del cine francés de los años 40, de las pelis americanas de nazis de los 60 y 70, y de quién sabe cuántos referentes más, mirando cara a cara al riesgo de pastiche.

"Malditos bastardos" es una película sin sentido del ridículo, sin pudor y sin modestia.

¡Ah! Casi se me olvidaba: “Malditos bastardos” es una película sencillamente maravillosa.

¿No había quedado claro?

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